Cada vez son más los jóvenes, y los no tan jóvenes, que desean trabajar de manera independiente en espacios coworking. Debido a esto, en los últimos años ha crecido la demanda.
Este modelo permite a los emprendedores, freelance o autónomos, tener un espacio para trabajar, pero sin ser su oficina propia.
Las ventajas de trabajar en espacios coworking son muchas: la primera y más evidente es porque es más barato que montar una oficina propia, también puedes ampliar tu red de contactos o acceder a proyectos/clientes interesantes en colaboración con otros.
El verdadero coworker busca unos servicios propios
Se puede observar que muchas oficinas se han adjudicado la etiqueta de Coworking y se han querido adaptar a esta corriente. Pero hay que decir que el verdadero coworker busca unos servicios propios de estos espacios que no puede alcanzar las oficinas reconvertidas; como una comunidad que tengan propuestas de proyectos, les gustan asistir a eventos de emprendimiento o de formación, que haya Space Manager que fomenten la creatividad y el buen clima entre los miembros de la comunidad, que te permita fortalecer lazos con otras personas, etc...
En definitiva, buscan compartir unas sinergias, que no pueden encontrarlas en las oficinas convencionales.
Los auténticos coworking son los que te permiten realizar tu actividad de trabajo fomentando la creatividad y fortaleciendo los lazos de unión con los miembros de toda la comunidad.